EL POLÍGRAFO: el famoso detector de Mentiras. Mitos y Realidades

La intención de detectar cuando una persona está mintiendo ha sido el sueño del ser humano desde hace muchísimos años; en culturas antiguas del oeste de África las tribus usaban el pasar un huevo de pájaro de mano en mano durante un interrogatorio, y quien lo rompiera era considerado culpable ya que el nerviosismo lo hubiera ocasionado. Ralamente la primera versión operable de un polígrafo nace en 1900 cuando Sir James Mackenzie de Escocia inventa una máquina capaz de medir las respuestas cardiovasculares de sus pacientes a través de tomarles el pulso y la presión arterial, y graficando los resultados. El polígrafo moderno es una versión actualizada del polígrafo de Mackenzie, el cual además de medir la presión arterial mide las respuestas galvánicas de la piel y la respiración. Éste fue utilizado por primera vez en una investigación criminal en 1911 por el departamento de policía de Berkeley California, por el renombrado alguacil August Vollmer. En términos simples, un polígrafo no es más que una compilación de graficas de signos vitales que los que abogan, bajo gran oposición y crítica de la comunidad científica, dicen que pueden demostrar cuando una persona está mintiendo.

¿Cómo funciona el polígrafo?

Dentro de las técnicas más utilizadas está la de Pregunta de Control, en la que el interrogador utiliza un complejo sistema de preguntas para tratar de diferenciar las reaccionas entre una y otra. Puesto en términos mundanos, el entrevistador hace preguntas de control en las cuales la respuesta es muy probablemente que sea una mentira y posteriormente hace una pregunta relevante al sujeto entrevistado, tratando de comparar la reacción entre ambas, si la pregunta relevante tiene reacciones mayores a la de control, ésta es por definición una mentira. Desafortunadamente todos los individuos tenemos formas de reacción distintas uno de otro, y un “técnico en poligrafía” no tiene la capacidad de entender esto. ¿A qué me refiero? –una pregunta relevante tiene que despertar algún sentimiento en la persona para que esta reaccione, si el entrevistador parte del supuesto de los hechos, ósea de lo que pensamos que la persona hizo, este podría pasar días buscando la pregunta relevante. Por otro lado, si el entrevistado no tiene sentimientos en cuanto a lo sucedido la pregunta jamás le será relevante, p.e. un asesino que no le importa haber matado a si victima podría no reaccionar a la pregunta ¿tu mataste a fulano? Ya que no le causa emoción alguna. En conclusión, y hablando de las pruebas que hace la policía en México para validar la confianza de sus efectivos, la validez de la prueba es menor que el 50% ya que los cuestionarios se basan en preguntas de control generales y que en su mayoría no apelan al subconsciente de la gente. Por lo tanto sería lo mismo que tomaran a un grupo de enfermeras capacitadas, y les dieran un termómetro a cada una para que les tomaran la temperatura a cada uno de los policías que lleguen al centro de control de confianza, el resultado sería exactamente el mismo: tendríamos una lectura muy precisa de sus signos vitales, con una utilidad nula al momento de determinar si son confiables o no.

Mitos de la poligrafía:

Los polígrafos no son admisibles como prueba en Estados Unidos: FALSO En el 2007, el testimonio del polígrafo fue admitido en 19 estados norte americanos, y fue sujeto a la discreción del juez a cargo de juicio en una corte federal. Las empresas de poligrafía dicen que el polígrafo es 95% acertado: FALSO En una encuesta de 421 psicólogos se estimó que el promedio de certeza de la prueba oscilaba alrededor del 61%, un poquito mejor que un volado. Se puede burlar al polígrafo: VERDADERO Se puede burlar al polígrafo, pero todo depende del interrogador, si éste es un Lic. En cantos gregorianos, certificado como Técnico en Poligrafía, la probabilidad de que detecte el engaño es muy remota. Pero si éste es un experto interrogador con estudios en psicología y criminalística, lo más probable es que aunque el polígrafo salga limpio él pueda lograr a través de las preguntas de control que las contradicciones en la versión del entrevistado lo delaten por si solas.